Muchos se preguntan sobre las consecuencias que la pandemia del virus COVID-19 (Coronavirus) provocará en la economía mundial, y en el caso particular que analizamos acá, sobre sus efectos en el mercado inmobiliario chileno, más concretamente en la demanda por viviendas en lo que resta de 2020.
Hace una semana, Inmobiliaria Manquehue reportaba en Diario Financiero que el menor nivel de actividad y sus efectos en el aumento del desempleo, producto de la recesión económica que se avizora, después de superada la crisis sanitaria del Coronavirus, puede provocar -ipso facto- una caída en la demanda por viviendas, así como el aumento en los plazos de construcción y escrituración de bienes raíces.
Si bien el impacto provocado por el estallido social en octubre pasado, resultó ser más «focalizado» en ciertos sectores de conflicto, las características de la crisis provocada por el Coronavirus hacen suponer que, esta vez, las repercusiones serán mucho más extendidas a lo largo del territorio nacional. Algunos expertos hablan de una caída promedio de 60% en la compraventa de propiedades. En Mario Herrera Propiedades, pudimos constatar vía Google Trends que el interés de búsqueda por los términos: «arriendo», «venta de casas», «venta de departamentos», «compraventa propiedades», y «bienes raíces» en Chile, durante los últimos doce meses, ha decaído sostenidamente desde la tercera semana de enero 2020. Sin embargo, es a partir de la segunda semana de marzo, donde la caída es más abrupta, coincidiendo con los primeros casos de Coronavirus detectados en nuestro país.
No obstante, existe una oportunidad de repunte, ya que los notarios siguen activos. Housfy consigna que ellos ofrecen tours virtuales 360, por lo que el usuario o posible comprador puede ver la vivienda sin necesidad de hacer la visita.
“Tenemos compradores que han llegado a comprar sin visitar la vivienda”, aseguran desde allí.
Para ello, echan mano de la tecnología, ya que su sistema tasa digitalmente el inmueble mediante Big Data e Inteligencia Artificial cruzando datos del catastro español, de los portales inmobiliarios y de las propias transacciones de la compañía. Posteriormente, un experto inmobiliario comprueba que la tasación es correcta, determinando así el precio justo de venta y lo sube a los principales portales inmobiliarios. Los posibles compradores se ponen en contacto a través de ellos y empieza ese tour 360°.
Así, en medio de esta grave pandemia, al menos para el mercado inmobiliario, las tecnologías disruptivas asoman como herramientas que pueden brindar oportunidades de innovación, tanto en la forma de exhibir bienes raíces, como en la comercialización de éstos.